Libres en nuestra Paz

25.04.2023

He caminado más de 10 km y recién ha comenzado a llover. Sin embargo, siento mi pelo completamente mojado, las gotas resbalan por mi mejilla.

El abrigo es impermeable y cómodo, al igual que el calzado. Por lo que la sensación es agradable. Cada gota es bienvenida y refrescante en todos los sentidos.

El aire fresco de la montaña, cargado de oxígeno, se mezcla con el olor a humedad.

El sonido de las gotas golpeando la tierra es música para mis oídos.

Las gotas de agua van resbalando rápidamente sobre las hojas de los árboles, igual que lo hacen en mis mejillas.

Todo ello genera un escenario perfecto y una sensación fantástica de paz.

Me siento en completa conexión con la naturaleza, me siento agradecida, afortunada y tranquila.

Me encanta este lugar, me encanta estar aquí, en mi paz.

Así es como me quiero sentir contigo, así y no menos.

Pero no te agobies, mi amor, no quiero sobrecargarte la responsabilidad de traer paz a mi vida, de eso debo encargarme yo.

Tú debes venir con tu paz, tus planes y tus sueños, a combinarlos con los mismos.

Tú debes venir con tu libertad y respetando la mía, para ser libres juntos.

Quiero que seas esa gota que resbala en mi mejilla, cuando me acaricias.

Quiero que seas esa bocanada de aire fresco, cuando hablemos hasta la madrugada.

Quiero que el olor de tu perfume sea como el olor a la tierra húmeda de un día de lluvia.

Quiero que al verte, me sienta en paz y me guste estar ahí.

Y que a ti también te guste estar aquí, en esa paz, en nuestra paz.

Mientras tanto estaré en mi paz, buscándote entre el mundo.

Y sé que cuándo nos encontremos, nos reconoceremos, porque tú también me estás buscando.

Y ya nos vamos a encontrar, mi amor.

Y cuándo nos encontremos lo sabremos, porque reconoceremos el lugar, nuestro lugar, nuestra paz.

Filosofía Chipiana de un martes que no llovió, pero mi mente recordó la lluvia


¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar